El post de hoy analiza las ventajas y desventajas de un grupo grande y de uno pequeño. El objetivo es aclararte dudas si te estás planteando formar un grupo de música.
Obviamente, según el género musical que quieras interpretar deberás contar con un número de personas. Es decir, si quieres tocar cuartetos lo tienes muy fácil, sabes que necesitas cuatro personas y sólo debes hacer la selección humana. O si quieres hacer jazz, sabes que necesitas un instrumento rítmico, uno armónico y uno melódico. Pero si no tienes muy claro el repertorio que quieres tocar, y no sabes por qué tipo de formación decidirte, sigue leyendo.
Debemos saber que el número de integrantes afecta a la productividad del grupo. Aunque el sentido común nos lleva a pensar que un grupo grande debe tener más posibilidades de éxito, porque cuenta con más recursos (habilidades, conocimientos, energía, tiempo, etc.), no siempre es así. El rendimiento del grupo aumenta al hacerlo su tamaño cuando la tarea es aditiva, pero no cuando es conjuntiva. Una tarea es aditiva en una cadena de transporte, por ejemplo, y conjuntiva cuando el resultado depende de las capacidades de todos los miembros, como la música.
Siguiendo premisas psicosociales, menos es más en los equipos. Esto es, los grupos pequeños son más eficientes que los grandes. ¿Por qué? Porque en los grupos grandes puede darse pie a la holgazanería social. Dejarse llevar y esperar que los demás hagan el trabajo por ti, que tomen decisiones y busquen soluciones. En cambio, en los grupos pequeños, los miembros suelen trabajar más duro y realizar más cantidad de actividades, sintiéndose más responsables e implicados en el trabajo y el éxito del mismo.
Después de ver las ventajas y desventajas de cada grupo, podemos concluir que ambas opciones son muy interesantes. Creo que la gran dificultad del grupo grande radica en la organización y la búsqueda de objetivos. Es muy complicado compaginar horarios y agenda entre mucha gente. Y más aún encontrar objetivos comunes por los que todos quieren luchar y comprometerse de la misma manera.
En cambio, el grupo pequeño presenta la gran desventaja del número. Implica mucho más trabajo para sus componentes, pues tienen que suplir la falta de habilidades o capacidades con su propio esfuerzo. El músico se convierte también en mánager, publicista, relaciones públicas, compositor, ingeniero de sonido, etc. Pero también es cierto que siente el trabajo como algo mucho más personal y propio.
¿Preparado para crear tu equipo de trabajo?