Quizá alguna vez te has preguntado, que significa la música de cámara. Si no te lo has preguntado y ya conoces la respuesta, no pasa nada, no voy a contarte el origen ni la definición del termino. Sólo voy a decirte qué no es. La música de cámara no son sólo unos cuantos músicos, a ser posible dos violines una viola y un violoncelo tocando a la vez, ni creo que tampoco pueda considerarse música de cámara las obras virtuosas para instrumento y piano tan escuchadas en muchos ciclos y concursos de música de cámara.
El término música de cámara está en mi opinión muy “dañado”. Hay personas que incluso no saben que hay vida más allá del cuarteto o quinteto de cuerda. Los duos, tríos, o cuartetos de vientos son apartados muy a menudo de las programaciones de música de cámara. ¿Será porque nadie quiere escucharlos o porque no se les da ni la opción de ser conocidos?
Para quien no sea músico, los instrumentos de cuerda están todos hermanados, por su forma de producir el sonido, la cuerda frotada con un arco, de mayores o menores dimensiones, dependiendo de lo grande o pequeño que sea el instrumento. Sin embargo los instrumentos de viento, en concreto los de viento madera tienen 3 formas diferentes de emitir el sonido. Los hay de doble caña como el fagot y el oboe, de caña simple como el saxofón y el clarinete y los hay sin caña como las flautas. Es como decir ¿ qué es más dificil: que un argentino, un español y un cubano pronuncien o “articulen” igual una palabra, o que un ingles, un ruso y un francés hagan lo mismo? Creo que con esta comparación queda claro que el trabajo de igualar articulaciones, volúmenes y sonidos, es algo más difícil en los instrumentos de viento madera, pero qué se le va a hacer, nosotros elegimos tocar estos instrumentos, y yo por lo menos no me arrepiento de ello.
En arte, en moda, en diseño e incluso en Marketing está de moda el minimalísmo, el poder hacer mucho con poco. Sin embargo en la música está tendencias no ha llegado. Las personas que no conocen las dificultades técnicas de hacer música con solamente 2 notas simultáneas, no se paran a pensar que una flauta y un fagot si puedan hacer música de cámara juntas.
Quizá este post no interese a nadie, pero me he visto en la necesidad de escribirlo, porque estoy cansada de que las orquestas sean más que las bandas, que los cuartetos y quintetos de cuerda estén más valorados que los de viento, y sobre todo estoy cansada de escuchar que una flauta y un fagot no pueden transmitir lo mismo que un grupo de cámara con más componentes. Señoras y señores, hay un mundo de emociones más allá de “lo típico” si en otras áreas nos lanzamos a experimentar, ¿por qué en la música de cámara ni siquiera lo intentamos?
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