Hace algunos días hablábamos sobre cómo enfrentarnos al estudio de una obra nueva y qué pasos seguimos nosotras para ello.
Hoy vamos a contaros cómo analizamos nosotras los problemas. Es imprescindible analizarnos constantemente cuando estudiamos, pues de esta manera podemos ser rápidos a la hora de averiguar qué parte del proceso está fallando, para poder ponerle solución.
Si un pasaje no me sale puede ser por:
Mi recepción no es correcta.
Muchas veces llegamos a un pasaje y nos tropezamos. Nos enfadamos, solemos decir “no” u otras palabras fuerte y mal sonantes, y sin parar ni un segundo repetimos de nuevo. En la repetición el 99% de las veces fallamos de nuevo, es más, suele ser de forma aún más estrepitosa. Y es cuando sale el monstruo de la frustración a dominar el aula de estudio.
STOP. Acabamos de cortocircuitar.
Es el momento de parar, quitarnos el instrumento, y leer tranquilamente la partitura. Estás frente a un problema de codificación. El cerebro está siendo más lento de lo que debe a la hora de leer la información (las notas) y el cerebro no es capaz de decodificar lo leído y mandar instrucciones al cuerpo para que ejecute las notas.
Te aseguro que si te paras un minuto, lees las notas y el ritmo, y vuelves a intentar tocar, es muy probable que el pasaje ya funcione.
En caso de que ya tengamos las notas claras, y el ritmo sea correcto, y siga fallando algo, debemos seguir con nuestro análisis:
¿Hay una nota que no me suena? ¿Es un paso entre dos notas? ¿Fallan los dedos o el aire?
Si son los dedos los que no me funcionan correctamente, debemos analizar cuál es el vago y trabajar ese pasaje de forma motora. Tenéis muchos trucos en el este post.
Si es el aire el que no funciona, es decir, pongo bien los dedos, pero sigue sin sonar. Esto puede ser:
- Que estemos soplando con más velocidad o presión de la que esa nota necesite o con menos
- Que haya demasiada tensión en nuestra embocadura o columna de aire, lo que impide que el aire salga como debe y vibre correctamente en el instrumento.Y recordad, analizarse a uno mismo es muy difícil y requiere mucho tiempo y práctica, paciencia y tesón. Pero aporta muchísimas cosas buenas al estudio y ayuda a mejorar de forma increíble.
- Que mordamos la caña. Horror, socorrooooooooo. Por favor, no mordáis las cañas que no están ricas … lo suplico.