Música de Cámara

¿Cómo escuchar un concierto de música de cámara?

4 junio, 2019 by Isabel Déjanos tu comentario

Derrumbamos los prejuicios sobre la música “culta”

Realmente este post podría ser muy breve desde mi punto de vista. Soy de esas personas que creen que no hay que entender para disfrutar. Los que me conocen seguro que ya habrán escuchado alguna vez esta frase:

“Aunque no tengo ni idea de cocina, me encanta la comida bien preparada”

Que, si la extrapolamos al mundo musical, podría ser: aunque no entiendas de música de cámara puedes disfrutar de un concierto, igual que se puede disfrutar de un buen plato de comida. Para ir a un concierto de música “culta”, no es necesario ir disfrazado como un pingüino, ni vestir las mejores galas. Sólo hay que tomarse el tiempo de ir.

Aquí, una original idea para los que nunca ha ido a ver un concierto de música de cámara: “pruébalo”. Ve a un concierto, sin ninguna expectativa, siéntate (o quédate de pie) y disfruta. Es muy probable que repitas.

Es más, fíjate si estamos convencidas de ello, que he hablado con Paula y hemos decidido hacerte una propuesta. El día 13 de agosto (de 2019) damos un concierto en el Olivar de Castillejo, Madrid. La entrada vale 10 euros. Te invitamos a que vengas a ver nuestro concierto de música de cámara y, si al final de la tarde decides que no has disfrutado, te devolveremos el dinero. Sin trampa ni cartón.

Cuando te dedicas profesionalmente a la música, pero provienes de una familia de “no músicos”, este tema se repite constantemente. Es por ello que yo, personalmente, tengo siempre un par de preguntas en la recámara que propongo a cada persona que trata la música que hago como “culta” o ”clásica”.

¿Qué tipo de música son las bandas sonoras? La música de las bandas sonoras no es sino música clásica, compuesta habitualmente en estilo “romántico”. Incluso, hay muchas ocasiones en las que la música de la película es música compuesta hace varios siglos, sin embargo, cuando acompaña al film se transforma en banda sonora.
Te gusta una canción porque te gusta o porque la has oído mil y una veces. ¿Has probado a hacer lo mismo con música como esta ?
¿Estás seguro de que no te gusta la música de cámara? ¿A cuantos conciertos has asistido? A mí, no me gusta mucho la carne, pero con la salsa adecuada no puedo dejar de comerla. ¿Será que no elegiste bien la salsa?

Queridos músicos y no músicos, si se os ocurre algún tema concreto sobre el que queréis que hablemos, no dudéis en escribirnos. Para todos aquellos que todavía no disfrutan de los conciertos de música de cámara, no lo penséis más y venid el 13 de Agosto al Olivar de Castillejo, os aseguramos que no quedaréis indiferentes.

Info concierto Olivar: http://fundacionolivardecastillejo.org/programacion.html

¿Existe tu media naranja en la música de cámara?

28 mayo, 2019 by Isabel Déjanos tu comentario

Parte 1 – ¿Por qué la buscas?

En la música de cámara, como en la vida, siempre estamos en busca y captura de nuestra media naranja, pero te has planteado en qué puede ayudartela tener un grupo de música de cámara. Atención atención!! me refiero a una media naranja músical, no a la amorosa

Hoy te vamos a exponer todas las ventajas que tiene trabajar en tu grupo de música de cámara con tu media naranja musical

Tocar solo puede ser desesperante.

Hay muchos motivos por los que puedes llegar a aburrirte tocando solo: no puedes tocar toda la música que tú querrías, sobre todo si eres un instrumento monofónico, ni tampoco puedes mezclarte en las armonías y conversar con otros instrumentos. Estos son los grandes motivos que me llevaron a mí a hacer música de cámara, pero tener un grupo tiene muchas más ventajas. Ahora si, no te confundas, tocar en un grupo de música de cámara puede ser desesperante si tu media naranja musical no esta en él.

Ayudarse mutuamente con los problemas técnicos.

En un grupo de música de cámara, cuando los componentes del grupo encajan bien„“ las sinergias y las diferentes ideas fluyen como en un río caudaloso. Muchas veces cuando una persona tiene un problema técnico en un pasaje, otra puede ayudarle con ejercicios que ella utilice. En realidad, aunque el instrumento no sea el mismo las técnicas de estudio pueden extrapolarse, llegando en muchos casos a resolver los problemas del compañero

Aprender a expresar tus ideas.

Como en el amor en la música de cámara no todo es de color de rosa. Hay momentos en los que aunque sea tu media naranja „musical“ la que te acompaña, tus ideas y las suyas no son las mismas. Puede que al principio no des tu opinion, depende de tu carácter, pero pasado un tiempo te verás en la obligación de expresarte y aprenderás a hacerlo con las palabras correctas para poder seguir sintiéndote bien en el grupo. Asimismo comprenderás y aceptaras las ideas de tus compañeros. Esto no solo te ayudará en tu grupo de música de cámara sino también en la vida en general, te hará ser más firme en tus ideas y comprender las ideas de los demás, llegándote a convertir en un muy buen mediador.

Normas de comportamiento.

Cuando se está mucho tiempo en una relación, sería demasiado idílico pensar que nunca te has pasado de la raya. Si compartes la música de cámara con tu media naranja musical, verás que merece la pena pedir perdón, hablar las cosas e intentar ceñirte a las normas de comportamiento. No solo hay normas para las discusiones, el punto más importante en un grupo, es que las personas puedan confiar en los otros, puntualidad, orden y seriedad deben estar incluidos en estas normas en mayúscula.

Disfrutar en tu tiempo libre puede ayudar a tu grupo de música de cámara

¿A quién no le gustan las cañas después del ensayo, o salir de fiesta después de un concierto cuando tu adrenalina todavía no ha dejado tu cuerpo? divertirte con los amigos debe ser uno de tus objetivos al buscar tu media naranja musical, alguien con el que solo puedes tocar nunca será tu media naranja. En un grupo de música de cámara, sobre todo en los pequeños, tus compañeros deben ser tus amigos. Amigos a los que admiras y respetas.

Tu objetivo principal, subirte al escenario

Cuando estudias un instrumento puedes tener muchos objetivos en la cabeza, pero la música de cámara te da la opción de realizarte como músico completamente, ya que son tus ideas, y tu forma de entender la música las que suenan en el escenario. Tu y tu grupo de música de cámara sois vuestros propios directores.

La música de cámara se está revalorizando.A pesar de que cuando alguien habla de música clásica casi siempre tiene en mente a la orquesta, la música de cámara tiene el poder de llegar donde las orquestas no pueden. Si tienes la suerte de tener a tu media naranja en el grupo, las propuestas y el “buen rollo” llegará al publico, en forma de ideas originales, calidad músical y sobre todo transmitiendo por medio de la música esa conexión que existe entre vosotros.

¿Nos hemos dejado algo? ¿Quieres que hablemos de algún tema en particular? No dudes en escribirnos

Repertorio de música de cámara para flauta y fagot

7 mayo, 2019 by Isabel 6 Comments

Descubriendo nuevas obras

Cada día son más las personas que nos escriben preguntándonos por nuestro repertorio. Por eso nos hemos decidido a dedicarle un post en nuestro blog.
Cuando empezamos a trabajar como Duo Almira, nos costó poco darnos cuenta de que no han sido muchos los compositores que se han dedicado a componer expresamente música de cámara para nuestra formación. ¿Quiere decir esto que estos dos instrumentos nunca se hayan combinado? Lógicamente no.

Demos un paseo exprés por la historia de la música:

Barroco y clasicismo

Ya en el barroco existe un trío para flauta fagot y oboe, el de Antonio Vivaldi. Los grandes problemas de la afinación en los instrumentos de viento, llevaban en muchos casos a los compositores, a no componer música de cámara para ellos. Un caso archiconocido es el de Mozart, que odiaba literalmente la flauta. De hecho como muchos sabréis el concierto en Re Mayor de Mozart para flauta es un apaño del concierto en Do Mayor para Oboe.

Otro caso curioso es el de Devienne , un músico impresionante que tocó la flauta y el fagot de forma magnífica, llegando a formar parte de la orquesta de París con ambos instrumentos. Era de esperar que compusiera también el único concierto -realmente es una sinfonía concertante- para flauta y fagot de la época. Aquí os dejo un enlace a una grabación de la misma.

Impresionismo y siglo XX

Más tarde, ya llegado siglo XX, compositores como Pierre Max Dubois, Pierre Gabaye, o Eugene Bozza descubrieron la maravillosa sonoridad de la combinación de flauta y fagot. No podemos olvidarnos de nuestro compositor por excelencia, Villa-lobos que con su composición Bachiana Nº 6 da a conocer nuestra formación de música de cámara. ¿Quién no ha oído alguna vez hablar de esta obra? Como flautista es un reto técnico pero como músico de cámara es un reto musical, sobre todo en su segundo movimiento, donde entender y expresar mientras tocas cinco mil notas por segundo sin quedarte azul por la falta de aire, es toda una hazaña. Ahora bien, cuando se consigue superar la barrera técnica, es increíble.

Siglo XXI La actualidad

Actualmente son bastantes los compositores que nos contactan por medio de nuestras redes sociales o vía e-mail para presentarnos sus obras o para ofrecernos alguna composición. Tanto es así, que ya podemos decir que hemos entrado en la historia de la música de cámara para flauta y fagot. Barry McKimm, el conocido compositor Australiano, autor también de este precioso concierto para Piccolo y orquesta, nos ha dedicado un concierto para flauta, fagot y banda. Os dejo aquí nuestra interpretación de la reducción para flauta, fagot y piano. Si os gusta y os apetece estrenarlo con nosotras, no tenéis más que escribirnos.

Jonathan Östlund, compositor sueco, es otro de los compositores que, por medio de las redes sociales, nos contactó hace dos años y, voilá: Aquí tenéis un pequeño fragmento su obra para flauta y fagot “Jeux pour Deux.” (desde el minuto 8:45 hasta el minuto 11:10). Actualmente, tenemos varias nuevas composiciones en el horno que verán la luz próximamente.

¿Queréis saber más sobre nuestro repertorio? No os cortéis, preguntadnos todo lo que necesitéis. Nosotras más que nadie entendemos las dificultades de empezar a tocar con un grupo no tan “típico” pero también sabemos que merece la pena. ¡¡No os rindáis!!
Si no os queréis perder nuestras últimas novedades. No dudéis en suscribiros a nuestro blog, seguirnos en redes sociales Facebook, Twitter, Instagram… y si todavía tenéis dudas, siempre podéis escribirnos el clásico correo electrónico.

¿Por qué flauta y fagot?

26 marzo, 2019 by Isabel Déjanos tu comentario

Para mí, más que por qué flauta y fagot, la pregunta fue, en un principio, por qué Paula e Isa.

En un teatro, en una película, o incluso en un trabajo no artístico, cuando te hacen una entrevista, además de en tus cualidades, en lo que más se centra el entrevistador es en sí cuadras con el grupo. En esto Paula encaja como una pieza de puzzle conmigo. Hay momentos en los que incluso creo que me lee la mente. Como persona Paula es perfecta para el grupo porque es capaz de focalizar la energía y dar forma a las ideas locas que a veces me pasan por la cabeza, dándoles un formato y ordenándolas. Y, además, entiende la música como yo. Vamos, que no podía haber elegido mejor.

También hay cosas que los flautistas no podemos hacer

Como flautista, necesito algún instrumento que pueda hacer lo que yo no soy capaz, es decir, tocar notas graves o bajos, apoyar mi discurso melódico, y contestar a mis preguntas musicales de vez en cuando. El timbre grave y preciso del fagot combinado con el ataque suave y agudo de la flauta, aportan a los sentidos una gran variedad de impulsos musicales.

Si analizamos un poco más profundamente la “anatomía del sonido” de cada instrumento, veremos lo bien que se complementan. El fagot es muy preciso y directo en su registro grave y puede llegar a tocar realmente fuerte. Sin embargo, en el registro agudo su sonido se hace más fino y se difunde en el ambiente, su ataque se torna más suave sonando casi aflautado. Este sonido se funde de forma magnífica con el de la flauta travesera que, aunque en su registro agudo puede ser poco chillona, en su sonido más grave cuenta con un ataque muy difuso, poco volumen pero muy ancho. Esto permite, en ocasiones, cambiar los papeles “típicos” revolucionando los conceptos de bajo y melodía, convirtiéndose la flauta en el bajo de una melodía interpretada por el fagot.

Te quedarás sin palabras

Quien me conoce sabe que me encanta sorprender y ser sorprendida, claro. Lo mejor que tiene esta formación es que si se trabaja bien con los sonidos, registros y balances de estos dos instrumentos se puede crear la ilusión de estar escuchando otro instrumento diferente, por ejemplo, un saxofón. Es como ser técnico de sonido y poder experimentar con capas de instrumentos, pero en directo.

La música de cámara es, en el ámbito de la música, el nivel más alto de trabajo en grupo. A pesar de que la orquesta sea un grupo más grande, tiene un director que organiza y desorganiza como le parece bien. La orquesta o la banda no es una democracia, puede ser, dependiendo del director, una democracia simulada. En esto consiste su trabajo, en convencerte de su versión de la obra y conseguir convertirla en la tuya. Cuando esto sucede, es para mí, cuando la magia está en el escenario. Pero no lo olvidemos, los músicos no son los que organizan la versión final de la obra.

La música de cámara desarrolla las mentes emprendedoras de los músicos

No quiero quitar mérito a las orquestas ni al trabajo de director. Yo misma soy directora de banda. Es un trabajo duro, pero aporta unas sensaciones muy similares a las que sientes cuando haces música de cámara. Es como cuando de pequeño sueñas con ser un superhéroe o una superheroína y, aunque sabes que no es posible, durante un momento después de un salto muy alto crees que has volado. Es esa sensación de hacer algo con mucho valor la que yo siento al tocar con Paula y al dirigir una orquesta. Es por ello que hace 4 años me decidí a estudiar dirección de banda, y cada día veo más similitudes entre estas dos pasiones.

Tras estos años juntas, cuando alguien me dice: que raro un dúo de flauta y fagot, yo siempre contesto: y, ¿por qué no?.

¿Por qué música de cámara?

12 marzo, 2019 by Paula 1 Comentario

Si miro atrás, mis primeros recuerdos con el fagot son de la clase colectiva que tenía con mis compañeros del conservatorio. Lo bien que lo pasábamos tocando juntos, versionando obras de música pop o de grandes compositores clásicos. Ir a la tele a grabar El Conciertazo, las actuaciones del cuarteto de fagotes con coreografía que presentábamos en las audiciones de viento, o incluso en algunas ferias y fiestas a las que nos invitaron…

En el grado superior, todas las horas de estudio personal cobraban sentido en la clase de música de cámara pues, al dialogar usando notas con mis compañeros, me daba cuenta de que el tiempo dedicado a trabajar mi expresión personal suponía una mejora en nuestro coloquio musical. Mi profesor Gabriel Loidi me enseñó a ver la música de cámara de una forma maravillosa, que ha cambiado mi pensamiento musical. El maestro Loidi hizo que entendiera la estructura de la música de cámara, las funciones que otorga el compositor a cada músico en cada momento, y saber llevar a cabo los roles que existen. La música de cámara no es más que una obra de teatro en la que los músicos cuentan algo.

Muchos dirán que la orquesta sinfónica sólo es un grupo de música de cámara más grande y que el diálogo también se produce. Pero yo discrepo, ya que en la orquesta es el director el que propone su versión con su gesto. En cambio, la música de cámara necesita que los intérpretes hablen, cuenten, susurren, chillen, piensen… Cada uno de los miembros de la agrupación debe contar la historia de su papel, una vez que todos están de acuerdo en la lectura que hacen de la partitura. Se trata de crear una historia entre todos, de poner en común los sentimientos y sensaciones que esa obra les provoca, y cómo quieren contárselo al público. Esa libertad que proporciona la música de cámara es, para mí, lo que permite al músico ser él mismo y disfrutar con cada sonido que emite.

He tocado en varias orquestas en Europa y, en la actualidad, supone el ochenta por ciento de mi actividad profesional. Me gusta mucho, es divertido, y me llena. Pero no dejo de pensar que cada uno de los miembros de la orquesta es una herramienta del director, una pieza más de un puzle gigante que, bien engranado, consigue una música de dimensiones enormes que ponen los pelos de punta. Pero el deseo de poder trabajar con un grupo más pequeño de personas, con una meta común, pudiendo desarrollar un proyecto propio, interpretando nuestra versión, mezclando música con arte visual y movimiento, me persigue. Con Almira lo consigo, pues siempre hemos perseguido la distinción, tanto mediante la máxima calidad sonora, como buscando nuevas formas de conectar con el público. No tengo miedo a probar, experimentar y divertirme. Estoy deseando crear, subirme al escenario y dialogar. Sentirme libre y expresar.