En el mundo de la música de cámara, y en en la vida en general, los espectáculos que hacen reír al público suelen tener mejor acogida.
Ejemplos como los Mnozil Brass, Ara Malikian o incluso nuestro propio espectáculo Tres Son Multitud nos lo demuestran.
Toda esta música a la que me he referido tiene una alta calidad musical, la diferencia es que intentan hacer llegar la música en clave de humor a su público. Un público que al final del espectáculo vuelve a casa con una sonrisa en la cara.
¿Cómo se mezcla la música de cámara con el humor?
Existen diferentes variantes.
- La música en sí, pura, puede tener un contenido humorístico. Es el caso de muchas arias de zarzuela y óperas.
- Las Coreografías en el escenario, pueden ser un elemento muy gracioso y, que además, demuestra un alto control del instrumento ya que los músicos, además de dominar su propia interpretación, hacen en algunos momentos hasta acrobacias. Un claro ejemplo de ello son los Mnozil Brass.
- Las Historias. Cuando a una historia que en sí es cómica le metes un poco de música, la música se vuelve parte de la comedia. Esta es la técnica que nosotros hemos utilizado en nuestro espectáculo Tres Son Multitud.
- Música y monólogos. En España, un gran pionero de esta técnica es Daniel Broncano que, junto con su hermano, ofrece unos cuantos conciertos al año de este estilo. He de reconocer que todavía no he podido ir a ninguno de ellos, pero ya habíamos hablado de este tema en el grupo y pensamos que es una idea bastante original y sobre todo divertida de combinar dos artes.
- La Comunicación verbal con el público. Parecerá mentira, pero sólo con contar algo gracioso, un chiste o incluso una anécdota antes de una obra (incluso a veces después), mejora la acogida de la misma. Es algo que en la medida de lo posible aconsejaría a todos los músicos que se suben a un escenario, haz música como músico y siente y haz sentir como persona.
El mito de los conciertos pedagógicos
Muchas personas creen que un concierto pedagógico no puede ser divertido y muchas otras que un concierto divertido no puede ser para adultos. Pero yo, que me considero casi adulta a mis 30 años, disfruto enormemente con risas y buena música.
El humor en la música no es algo para todos los días. Somos humanos y por ello contamos con estados de ánimo cambiantes. Hay momentos en los que disfruto con una música que me hace llorar o incluso que llega ha hacerme llorar interpretándola.
La música tiene la capacidad de recordarte cosas que ya has olvidado. En gran parte los olores también tienen esta característica, pero la relación entre un olor y un acontecimiento, o una persona, suele ser un poco más débil que la que mantiene con una música en concreto. También ocurre que, aunque suene extraño, una melodía alegre puede hacernos recordar un acontecimiento por el que nosotros en lugar de reír lloramos.
¿Vosotros usáis el humor en vuestros conciertos? ¿ Queréis contarnos como? no dudéis en contactarnos!!