En la actualidad, hay mucha movilidad y opciones para estudiar, y muchos de nosotros hemos tenido que decidir entre embarcarnos en nuevos caminos en el extranjero o quedarnos en nuestras ciudades de origen.
Para cualquier estudio, recomendaría elegir un destino que pueda darme un punto extra en mi currículum.
Con el panorama laboral que tenemos en Europa ya no eres especial por tener varias carreras o másters. Somos la generación del estudio eterno. Por eso mismo, si decides salir de tu ciudad para estudiar, busca un destino que pueda hacerte diferente.
Diferente porque la universidad en sí tenga mucho prestigio en tu carrera, o porque el profesor con el que vas a estudiar (en caso de música) sea muy destacado en el mundo pedagógico u orquestal, y pueda ofrecerte cierto “estatus social”.
Muchos de vosotros pensaréis: qué tontería eso del estatus social. Pues no lo es… Desgraciadamente la sociedad actual se deja influenciar mucho por las apariencias y, a la hora de presentarte, no será lo mismo que digas que has estudiado con un profesor reconocido que con uno desconocido. Sin siquiera haberte escuchado, pensaran que tocas bien si has estudiado con alguien con nombre y no te prestarán tanta atención si no conocen a tu maestro, por muy bueno que sea.
Por otro lado, irse supone perder los contactos que tengas en tu ciudad, y empezar de cero.
El mundo musical depende en un porcentaje alto de la cantidad de gente que te conozca. Los bolos surgen cuando estás en las agendas de aquellos que cierran las plantillas de las orquestas, bien porque hayas ganado las pruebas de bolsa de trabajo o bien porque alguien te haya recomendado. Ser nuevo en otra ciudad o país implica empezar de cero y, según sea tu capacidad de socialización, tardarás un tiempo en conseguir trabajo.
Por último, no debemos olvidar que los españoles solemos ser muy negativos con lo propio. Siempre pensamos que en los demás países se vive mejor que en el nuestro, que en Europa las condiciones laborales y las oportunidades son mucho mayores que en España. Y hay que relativizar.
¿El nivel de los demás países es mejor que el nuestro? Pues depende de cada persona, hay gente buena en todas partes. Pero es cierto que los españoles solemos dar miedo en las pruebas de orquesta en Europa, pues somos muy musicales y tenemos muy buena formación, lo que hace que demos guerra.
¿Hay más bolos en Alemania que en España? Pues depende del lugar.
¿Se paga mejor? Puede que en relación a las horas de ensayo se pague más en Alemania, pero tampoco muchísimo más y muchas veces pagan en negro, por lo que no se cotiza…
¿Los bolos son de mayor calidad? No tiene por qué, allí también hay cosas de muy mala calidad y con una organización que deja mucho que desear.
Por tanto, es importante que pensemos bien en lo que tenemos en nuestra ciudad de origen y si eso es lo que necesitamos y buscamos.
No es bueno irse sin pensar, estar obsesionado con lo bueno que es el extranjero y lo malo que es lo que tenemos. Muchos de nosotros nos fuimos a Europa a estudiar un máster, porque aquí en España no había aún máster musical. Pero a la hora de volver mucha gente se da cuenta de que aunque sea su hogar ha perdido el hilo que le unía a él y que ya no hay sitio para él, hay que empezar de cero, con paciencia.
Algunos compañeros que no se fueron al extranjero a estudiar han conseguido su plaza de trabajo en el tiempo que otros estaban estudiando. Otros no han conseguido más que malvivir con los bolos que hay en sus ciudades… ¿Quién tomó la mejor decisión? Todo depende del contexto y circunstancias de cada uno.
¿Nuestra recomendación? Informarse muy bien antes de tomar cualquier decisión. Ser objetivo con lo que tenemos y lo que necesitamos y perseguimos, y tomar las decisiones con calma y cabeza.