No, no nos hemos confundido. Hoy acaba la serie juego de Tronos, y como pequeño homenaje vamos a hablar de algo que da tanto o más que hablar que esta serie entre los músicos: Los trinos, y su forma de estudiarlos.
Hay muchas formas de trabajar los trinos. Algunos profesores simplemente te dicen que tienes que cambiar de notas muy rápido, otros te describen exactamente la medida y las batidas necesarias. Pero ¿hay más formas de trabajar los trinos?
El trino, a parte de ser un pueblo del norte de Italia, es un adorno que consiste en una rápida alternancia entre dos notas consecutivas. Existen dos formas de hacer trinos dependiendo del instrumento que tengas entre manos: Los trinos de labio o de dedos. Hoy aquí vamos a hablar sobre los que se llevan a cabo con los dedos, ya que yo como flautista, no conozco suficientemente bien los trinos de labio como para hablar de ellos.
Según las digitaciones de cada instrumento hay trinos que son mas fáciles de realizar que otros. Por regla general, cuantos más dedos tengas que mover a la vez, más difícil será la ejecución (lógicamente hay excepciones, sobre todo con el dedo anular, ¡¡que vago es el dedo anular!!)
Me gustaría que cada uno de vosotros reflexionara sobre la manera con la que le enseñaron a realizar los trinos, y su relación con ellos en la actualidad. Hasta ahora he observado 3 conductas diferentes en los músicos.
Ahora sí, aquí van mis pequeñas aportaciones al mundo de los trinos. Naturalmente, hay muchas más pero estas son para mi las mas prácticas:
- Apasiónate con ellos. Igual que los percusionistas, que hacen sus ritmos en la mesa, y convierten cualquier cacharro en instrumento, mueve tus dedos en todas partes y en cualquier momento: Cuando esperas al autobús, cuando en la orquesta no están trabajando contigo, mientras hablas por teléfono….
- Busca diferentes movimientos: Para algunos instrumentos, en algunos casos, los trinos no dependen solo de pulsar una tecla o de cerrar una llave. A veces debemos deslizar el dedo de forma “horizontal” de una llave a otra. Puedes ayudarte de una moneda para desplazarla por una superficie plana con uno de tus dedos sin mover los otros.
- Si tienes tus partituras a mano, o conoces los pasajes de memoria, imagina como suenan esos trinos mientras mueves tus dedos sobre un lapicero, y lo más importante: ¡¡intenta que el lápiz suene!! Si consigues que cada batida produzca un sonido en el lapicero vas por buen camino. Esto indica que eres consciente de tus movimientos y que no son solo un reflejo, además ayuda a que el trino sea mas regular, ya que eres tú quien tiene el control sobre tu cuerpo y no tu cuerpo sobre ti.
- Obsesiónate de forma positiva. Intenta combinar el estudio de los pasajes de trinos, tanto medidos como no medidos. Si alguno te sale a la primera bien no le des muchas vueltas. Quizá, algún estudio que has hecho en el pasado incorporaba este trino y ya lo has integrado en tu repertorio. Cuantos más trinos toques y mejor los trabajes mejor te sonarán a primera vista.